Mucha gente empieza el día con una taza de café, el cual tiene algunos beneficios para la salud, como un menor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Sin embargo, el café también es una bebida que puede afectar los niveles de azúcar en sangre. Si tiene diabetes, es importante tener en cuenta el efecto del café en el nivel de azúcar en sangre.
En algunos estudios, se ha demostrado que la cafeína aumenta los niveles de azúcar en sangre. Esto sucede porque hace que el cuerpo sea menos sensible a la insulina, la hormona que ayuda al cuerpo a procesar el azúcar. Es posible averiguar si es sensible al café con cafeína. Pruebe evaluando su nivel de azúcar en sangre antes y después de beber una taza. Si afecta su nivel de azúcar en sangre, estos consejos pueden disminuir el efecto:
Beba café con una comida
Según varios estudios recientes, tomar café con el estómago vacío puede elevar el nivel de azúcar en sangre. Esto se debe a que puede disminuir la resistencia a la insulina, lo que significa que las células no pueden absorber fácilmente el azúcar de la sangre. Para disminuir este efecto, trate de beber café junto con el desayuno. ¿No siente hambre cuando se despierta? Coma algunos bocados de algo para estabilizar el nivel de azúcar en sangre, como un puñado de almendras tostadas.
Hidrátese primero
Cuando bebe agua, aumenta el volumen de la sangre. Esto hace que su nivel de azúcar en sangre sea menos concentrado. Tomarse un momento para beber un vaso de agua antes de tomar el café matutino, además de ayudar con la hidratación diaria, podría marcar la diferencia cuando se trata de equilibrar los niveles de azúcar en sangre.
Personalice su café
Si bebe el café con leche o azúcar, eso significa que también contiene carbohidratos que afectan el nivel de azúcar en sangre. Asegúrese de medir lo que agrega al café y prestar atención a sus efectos. De ese modo, podrá evitar que le impidan alcanzar su meta de equilibrar el azúcar en sangre. También puede probar formas de endulzar sin carbohidratos: prepare café con algunas vainas de cardamomo; añada un poco de extracto de vainilla o una pizca de canela.
Cambie por el descafeinado
No es necesario sacrificar el sabor si opta por el café descafeinado. El café descafeinado no parece tener el efecto negativo sobre el azúcar en sangre que tiene el café con cafeína. Además, contiene los antioxidantes del café que pueden ser saludables. Para facilitar la transición, puede comenzar tomando un café "a medias", mezclando café normal y descafeinado.
Pruebe bebidas con menos cafeína
Pruebe cambiar su segunda (o tercera) taza de café por una alternativa baja en cafeína. El té, ya sea negro, verde o blanco, tiene menos cafeína que el café. Los tés de hierbas no contienen cafeína. También puede probar alternativas al café. Estas son bebidas con sabor intenso a base de otras plantas, como la achicoria y la cebada.