Mirar la pared. Sin poder levantarse de la cama. Luchando para juntar energía para trabajar o preparar la cena. Y pensar: "¿Volveré a ser feliz?"
Este tipo de experiencia es común en personas que padecen depresión. Si bien podemos pensar que la depresión es un sentimiento constante de tristeza y soledad, suele ser más bien un estado de adormecimiento o fatiga. Pero, ¿qué causa la depresión? ¿Y cómo se maneja?
Esta es una guía para analizar la depresión.
¿Qué es la depresión?
La depresión puede surgir de diferentes maneras. Puede ser de corta o larga duración. A menudo, se parece a lo siguiente:
- Sentirse vacío o adormecido
- Vivir las situaciones que se presentan en la vida como si uno estuviera en “piloto automático”
- Sentir desinterés por todo aquello que a uno le solía agradar
- Sentir desesperanza o pesimismo
- Sentir cansancio constantemente
- Sentir agitación o estar de mal humor
- Tener dificultades para pensar ("niebla" mental)
- Suponer lo peor de las personas
- En algunos casos, tener pensamientos suicidas
¿Cuáles son los diferentes tipos de depresión?
La depresión puede adoptar diferentes formas. Algunos casos son más graves que otros, pero todos son importantes.
Depresión mayor. Este es quizás el tipo más conocido de depresión. Puede surgir como resultado de un desequilibrio químico en el cerebro. Pero también puede manifestarse después de situaciones traumáticas, cambios importantes en la vida o largos períodos de soledad. Las personas con depresión mayor a menudo se sienten “deprimidas” o tienen un estado de ánimo pesimista que parece no desaparecer. Pueden sentirse inútiles, aisladas de los demás y aburridas.
Trastorno depresivo persistente (PDD, en inglés). Suele ser menos grave que la depresión mayor, pero a menudo dura más tiempo. El trastorno depresivo persistente es una forma de depresión con "alto nivel de funcionamiento", lo que significa que la persona puede llegar al final del día sin problemas, pero a menudo se siente deprimida o desesperanzada. A las personas que tienen síntomas depresivos durante más de dos años se les puede diagnosticar trastorno depresivo persistente.
Trastorno afectivo estacional (TAE). La luz solar puede ayudar al cuerpo a combatir la depresión. Por eso, cuando llegan los largos y oscuros meses de invierno, es posible que al cerebro le cueste funcionar como suele hacerlo. Este tipo de depresión suele presentarse en forma predecible todos los años y hacer que usted quiera refugiarse y aislarse de los demás en invierno. Sin embargo, el trastorno afectivo estacional también tiende a aliviarse con la llegada de la primavera y el verano.
Depresión perinatal. Este tipo de depresión surge cuando una mujer queda embarazada (depresión prenatal) o después de que da a luz (depresión posparto). Aprender a compartir el cuerpo por más de nueve meses, o darse cuenta de que ahora es madre, puede causar mucha presión. Y es difícil manejar esa presión cuando no se duerme lo suficiente, lo cual es común durante el embarazo y la crianza de los hijos. Todo eso combinado puede causar depresión perinatal. Esta situación puede ser especialmente difícil cuando los demás esperan que los flamantes padres o las mujeres embarazadas “irradien” alegría, pero en cambio sienten cansancio y retraimiento.
Trastorno disfórico premenstrual. Dolores menstruales. Hinchazón. Irritabilidad. Todas estas son las molestias del síndrome premenstrual (SPM) que se conocen comúnmente. Pero, ¿sabía que el síndrome premenstrual también puede incluir depresión? Durante la ovulación y antes de que comience el período, muchas mujeres padecen trastorno disfórico premenstrual (PMDD, en inglés). Es una forma más fuerte del síndrome premenstrual y puede surgir por desequilibrios hormonales. Por lo general, desaparece una vez que comienza el período.
Trastorno bipolar. Las personas que padecen trastorno bipolar tienen accesos de suma tristeza y depresión. Pero la bipolaridad es una característica única. En las personas que tienen trastorno bipolar, esos episodios de depresión se contrarrestan con momentos de extrema felicidad y energía. Estos días "maníacos" suelen incluir la sensación de que no se hará nada malo, de querer asumir grandes riesgos o de darse un atracón de algo que le gusta. Un ejemplo podría ser hacer un repentino viaje a Las Vegas, vivir un ataque de euforia, apostar los ahorros de toda la vida y sentirse deprimido después.
Las personas que creen que pueden tener depresión pueden trabajar con un terapeuta o un proveedor de atención médica para determinar qué tipo(s) de depresión podría(n) ser.
¿Cómo se siente la depresión en el cuerpo?
Los problemas de salud mental también se manifiestan en nuestro cuerpo. La depresión a menudo puede manifestarse de modo similar a lo siguiente:
- Cambios en el apetito o el peso
- Tener dificultad para conciliar el sueño o dormir demasiado
- Dolores, molestias y dolores de cabeza
- Problemas digestivos
- Sentir inquietud o intranquilidad
- Movimiento o habla más lenta
¿Cómo se maneja?
La depresión puede ser difícil. Pero hay muchos tratamientos que han demostrado ser útiles. Muchas personas viven con depresión y pueden manejarla con algunas herramientas útiles, tales como las siguientes:
- Fototerapia: es una excelente manera de ayudar a combatir el trastorno afectivo estacional. Cuando no hay suficiente luz solar durante el invierno para ayudar al cerebro a mantenerse en equilibrio, la fototerapia puede hacer que el cuerpo produzca más serotonina para mantener la mente más equilibrada.
- Actividad física: es un antidepresivo natural. Mover el cuerpo es una excelente manera de liberar endorfinas que pueden combatir la depresión. Salir a correr, tomar clases de baile y levantar pesas son excelentes opciones. Pero incluso una simple caminata a paso ligero todos los días puede marcar una gran diferencia para su salud mental.
- Meditación: es un ejercicio sencillo para calmar la mente y conectarse con el cuerpo. Practique esta meditación guiada de amor y bondad todos los días durante una semana y compruebe si le ayuda a tener una actitud más positiva.
- Practicar la gratitud: es una táctica para detener de inmediato esos pensamientos inútiles y reemplazarlos por pensamientos más útiles. Nuestros mentores le muestran cómo hacerlo en este video.
- Asistencia psicológica: es una herramienta poderosa para dejar atrás el pasado y superar las situaciones traumáticas. Se ha comprobado que la terapia ayuda a tratar la depresión y puede ayudar a que vuelva a sentirse usted mismo.
- Medicamentos: son una gran opción cuando el cerebro necesita un poco de ayuda adicional para mantener la mente y el cuerpo en equilibrio. Si cree que podría tener algún tipo de depresión, consulte a su médico para ver si los medicamentos podrían ser una opción adecuada en su caso.
Recuerde que no debe sentir vergüenza por tener depresión. ¡Ni tampoco debe sentirla por seguir un tratamiento! Hable con su médico o con un terapeuta capacitado a fin de obtener el apoyo que necesita para volver a sentirse usted mismo.