¿Ha dicho alguna vez algo así?
- "Me preocupo por todo”.
- "No, gracias, no voy a lugares donde no conozco a nadie”.
- "Por favor, no mueva eso. Me gusta que todo esté en su lugar”.
- “Otro día de sentirme abrumado, como siempre”.
- ”No se preocupen por mí, pienso demasiado en todo”.
- “Siempre estoy un poco nervioso”.
Todas estas pueden ser diferentes maneras de describir formas de ansiedad.
Y la ansiedad es muy común. Según la Anxiety & Depression Association of America, más del 19% de las personas viven con ansiedad. Pero, ¿qué es la ansiedad? ¿Y cómo puede vivir con ella?
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad no es solo una emoción: es una forma de ser. Esta experiencia puede ser diferente para muchas personas.
Para algunas personas, vivir con ansiedad significa sentir nerviosismo o sentirse “al límite” la mayoría de los días. Para otras, la ansiedad puede significar sentir que algo está muy mal, sin poder determinar qué. A veces, la ansiedad es un miedo constante a lo que otros puedan pensar o a lo que depara el futuro. En algunos casos, la ansiedad puede sentirse como si se estuviera al borde del pánico.
La ansiedad tiene altibajos. Algunos días, la ansiedad puede ser intensa. Otros días, puede parecer que no hay ningún problema. Los niveles de ansiedad pueden cambiar de un año a otro, de un momento a otro, y de persona a persona.
¿Cuáles son los diferentes tipos de ansiedad?
Ansiedad generalizada: una forma muy común de ansiedad. Esto puede verse como una preocupación constante, aunque no haya nada de qué preocuparse. La ansiedad generalizada se puede sentir como que la "estufa" de su ansiedad siempre está encendida pero puesta a “fuego lento”.
Ansiedad social: este tipo de ansiedad se aplica a situaciones sociales. Las personas con ansiedad social tienden a sentirse muy cohibidas ante los demás. Suele presentarse como miedo a hablar en público, hablar con extraños o estar en multitudes.
Trastorno de estrés postraumático (o TEPT): este puede ser un tipo de ansiedad más grave. El TEPT se produce al presenciar o sobrevivir a un trauma. Abuso infantil. Agresión física. Enfrentamiento militar. Catástrofes naturales. Lesiones graves. Cada uno de ellos (y más) puede causar TEPT, y las mujeres tienen cinco veces más probabilidades de experimentarlo.
Trastorno de pánico: una forma menos común de ansiedad. El trastorno de pánico suele parecer un miedo intenso después de que se desencadena. El detonante podría ser algo real o solo un pensamiento. Este trastorno suele provocar síntomas de pánico en el cuerpo, como respiración acelerada o palpitaciones.
Trastorno obsesivo-compulsivo (o TOC): este es un tipo raro de ansiedad. Cuando alguien tiene TOC, suele caer en la repetición de "bucles" de pensamientos o acciones que preferiría no experimentar. Para escapar de estos "bucles" y encontrar un poco de alivio, las personas con TOC pueden representar "rituales" como lavarse las manos, limpiar, contar u otras acciones.
¿Cómo se siente la ansiedad en el cuerpo?
Como cualquier estado mental, la ansiedad también vive en el cuerpo.
La ansiedad puede presentarse como:
- Una mandíbula apretada
- Hombros tensos
- Respiración rápida o superficial
- Un corazón acelerado
- Inquietud o incapacidad para quedarse quieto
- “Tics” físicos como pellizcarse o estremecerse
Pero recuerde que la ansiedad puede manifestarse de forma diferente en cada persona. La clave es escuchar su cuerpo. Este puede decirle cuándo se siente nervioso o abrumado.
¿Cómo se maneja?
¡La ansiedad puede ser muy tratable! Muchas personas que viven con ansiedad crónica pueden manejarla con diferentes tácticas. Las personas con ansiedad pueden considerar:
- Atención plena: un ejercicio útil para aumentar la resiliencia mental. Este es un ejemplo de una actividad de caminata con atención plena.
- Meditación: una excelente manera de calmar el cuerpo y la mente. Pruebe con una meditación guiada para ver qué tanto le gusta.
- Respiración 4x7x8: una manera sencilla de decirle a su cuerpo en su propio lenguaje que todo va a estar bien. Inténtelo con este breve video guiado.
- Terapia: una herramienta poderosa para superar los obstáculos en su mente con la ayuda de un experto.
- Medicamentos: una buena opción para hablar con un médico si su cuerpo necesita un poco de ayuda para sentirse en paz.
Tenga la seguridad de que no tiene por qué avergonzarse por vivir con ansiedad. ¡Tampoco tiene por qué avergonzarse por tratarla! La ansiedad es una experiencia humana muy natural. ¡Cualquiera que sea su viaje con la ansiedad, es suyo para manejarlo como mejor le parezca!
Fuentes: