La salud intestinal ha sido un tema importante últimamente. ¡Y por una buena razón! Pero, ¿qué significa realmente el término salud intestinal? ¿Y por qué debería importarnos? Estos son algunos conceptos básicos para entenderlo mejor y tomar decisiones saludables para usted.
¿Qué es la salud intestinal?
- El término "tripas" es otra forma de referirnos al aparato digestivo.
- Incluye todas las partes del cuerpo que utilizamos para digerir, absorber y procesar los alimentos.
- Estas partes son: boca, glándulas salivales, esófago, estómago, hígado, páncreas, vesícula biliar, intestino delgado, intestino grueso y recto.
- Nuestro microbioma intestinal se refiere al ambiente que hay el intestino. Se compone de billones de bacterias buenas y malas, es decir, microorganismos que viven en los intestinos.
- El microbioma intestinal es delicado y se ve afectado por muchas cosas. Cualquier desequilibrio puede llevar a cambios físicos y mentales.
- Aunque algunas bacterias son nocivas, muchas de las que encontramos en el intestino son útiles e incluso necesarias para tener una vida saludable.
¿Por qué es importante la salud intestinal?
- La defensa del cuerpo contra enfermedades e infecciones proviene del intestino, gracias a las bacterias saludables que se encuentran en el microbioma intestinal.
- El intestino se comunica directamente con el cerebro y esta conexión afecta nuestro estado de ánimo, los niveles de energía y la salud mental en general.
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La salud del intestino desempeña un papel importante en el riesgo de contraer enfermedades que pueden afectar:
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- El corazón
- El cerebro
- La digestión
- El sueño
- El sistema inmunitario
- El peso
- La piel
- El riesgo de cáncer
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¿Qué causa problemas para la salud intestinal?
- Muchas cosas pueden tener un efecto negativo en la salud intestinal, entre ellas:
- Comer demasiados alimentos muy procesados
- Niveles altos de estrés
- Sueño de calidad insuficiente
- Tomar antibióticos
- Tomar alcohol
- Falta de actividad física
¿Cómo puedo mejorar mi salud intestinal?
- Duerma bien.
- Tómese el tiempo necesario para aliviar su estrés.
- Intente comer una amplia variedad de frutas y verduras.
- Coma muchos alimentos ricos en fibra, como nueces, semillas y legumbres (p. ej., frijoles, guisantes y lentejas).
- Elija alimentos de granos integrales (p. ej., pan integral, arroz integral, avena, mijo y quinoa) con más frecuencia que los cereales refinados (como arroz blanco y pan blanco).
- Intente incluir alimentos con prebióticos y probióticos:
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Prebióticos: se encuentran en alimentos ricos en fibra que alimentan a los microorganismos probióticos útiles del intestino.
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- También se encuentran en plátanos, manzanas, brócoli, cebollas, ajo, almendras y muchos alimentos más.
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Probióticos: se encuentran en alimentos que contienen microorganismos vivos que estimulan las bacterias buenas en el intestino.
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- También se encuentran en alimentos fermentados como yogur, kimchi, chucrut, miso y kombucha.
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- Realice alguna actividad física que le guste la mayoría de los días de la semana (o bien todos los días).
- Solamente tome antibióticos si su médico se los receta para una infección específica.
- Intente limitar el consumo de alcohol.
- Si está pensando en tomar un suplemento de probióticos, asegúrese de consultar primero con su médico o un dietista registrado.
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