¡Nos encantan las almendras! ¿Y por qué no? Saben muy bien, sacian y están llenas de nutrientes. Estas son solo algunas de las razones por las que las almendras son una opción fantástica:
Son buenas para el azúcar en la sangre
Las almendras contienen fibra soluble y proteínas. Esta combinación puede ayudar a mantener estable el nivel de azúcar en sangre. También aporta saciedad entre comidas y ayuda a controlar el hambre.
Están llenas de antioxidantes
Las almendras están llenas de antioxidantes como la vitamina E. Estos compuestos vegetales ayudan a proteger de daños en las células del cuerpo. Comer almendras enteras, con piel y todo, proporcionan un impulso antioxidante completo.
Son saludables para el corazón
La fibra soluble de las almendras ayuda a reducir los niveles del colesterol LDL o “malo”. Las almendras también contienen otros nutrientes buenos para el corazón, como grasas insaturadas y potasio. Además, las almendras son una gran fuente de magnesio. Este nutriente se relaciona con niveles más bajos de presión arterial.
Pueden ayudar a perder peso
Los frutos secos tienen mala reputación por tener un alto contenido calórico. Pero agregar una porción de frutos secos, como almendras, a su dieta diaria puede mejorar su peso. Los científicos afirman que esto puede deberse a que las almendras son muy saciantes. Nuestro cuerpo tiene que trabajar más para digerir las almendras, lo que significa que quemamos más calorías en el proceso.
Son naturalmente libres de sal y bajas en azúcar
Los frutos secos como las almendras son un alimento naturalmente bajo en azúcar y sal. Comer almendras sin sal crudas o tostadas es una excelente forma de mantener bajo el consumo de azúcar y sal. Las variedades aromatizadas o saladas también pueden estar en una dieta equilibrada. Solo consulte la tabla de información nutricional para asegurarse de saber qué está consumiendo.
Añaden una textura apetecible
El crujido de las almendras puede convertir un plato aburrido en uno interesante. Si no le gustan las almendras como refrigerio, quizás sí le gusten en ensalada o espolvoreadas sobre avena. Para darles un toque gourmet, pruebe tostar un poco las almendras primero.
Las almendras enteras o en rodajas, crudas o tostadas, saben muy bien y tienen muchos beneficios para la salud. Disfrute de las almendras solas como refrigerio o en compañía de una pequeña porción de fruta. También puede espolvorearlas sobre vegetales cocidos, ensaladas, pollo y más.
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