¿Qué es el TAE?
El trastorno afectivo estacional (TAE) es un trastorno depresivo mayor cuyas características son síntomas de depresión que siguen un patrón estacional. Comúnmente conocido como “winter blues”, el TAE afecta a millones de personas en todo el mundo durante los meses de invierno. Si bien es menos común en los meses de verano, algunas personas también padecen el TAE en esa época. La intensidad del TAE puede variar, así como alterar las actividades cotidianas, como trabajar, y las interacciones sociales en quienes tienen una vida equilibrada en otros momentos.
Los síntomas del TAE incluyen aumento de peso, cambios en el apetito, sueño excesivo, tristeza y pérdida de interés en actividades que solían disfrutarse. Si bien es normal sentirse triste de vez en cuando, si tiene síntomas todos los días durante semanas o meses durante el invierno, es posible que padezca TAE. En casos graves, el TAE puede contribuir a ideas suicidas o desesperanza. Por lo tanto, es de suma importancia buscar asesoría lo antes posible si cree que tiene este padecimiento.
Causas
Según investigaciones, muchas personas tienen TAE debido a desequilibrios en la serotonina y melatonina. Ambas hormonas ayudan a regular el ritmo circadiano, que es el ritmo natural de vigilia y sueño que seguimos todos los días. Durante los meses de invierno, muchos lugares del mundo tienen días más cortos y noches más largas. Para algunas personas, adaptarse a este cambio puede generar desequilibrios.
Además, algunas investigaciones sugieren que la disminución en los niveles de vitamina D, por la exposición reducida a la luz solar durante los meses de invierno, pueden contribuir al TAE. La vitamina D, la cual producimos de manera natural cuando la luz solar entra en contacto con la piel, ayuda a regular el estado de ánimo. El TAE suele presentarse más en lugares que están más alejados del ecuador, donde la población tiene una considerable variación en la luz solar entre una estación y otra. Asimismo, el TAE es más común en mujeres, cuyos casos se presentan más entre enero y febrero.
Cómo abordar el TAE
Los síntomas del TAE pueden empeorar con el tiempo, por lo que es esencial acudir a consulta si sospecha que lo padece. Es posible que le recomienden considerar alguna de las siguientes opciones de tratamiento:
- Fototerapia: también conocida como luminoterapia o actinoterapia, la fototerapia es un tratamiento eficaz en muchos casos. Consiste en sentarse frente a una luz brillante durante al menos 20 minutos cuando inicia el día. La luz que emite la cámara imita la luz solar y puede ayudar a reajustar el ritmo circadiano natural. Por lo general, la fototerapia únicamente se realiza en invierto.
- Psicoterapia: también conocida como terapia cognitiva conductual, es un tratamiento psicológico eficaz que se utiliza ampliamente para tratar varios padecimientos. Consiste en ayudar a los pacientes a obtener una nueva perspectiva de sus problemas al hablar sobre ellos.
- Antidepresivos: es posible que se prescriban antidepresivos, conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Estos aumentan la cantidad de serotonina en el cerebro y ayudan a equilibrar el estado de ánimo.
- Suplementos de vitamina D: es posible que le realicen análisis médicos para saber si tiene una deficiencia de vitamina D. De ser así, probablemente deba tomar suplementos todos los días.
Además de los tratamientos sugeridos, hay algunos cambios en su estilo de vida que pueden ayudarle a superar el TAE:
- Actívese. Salga a caminar todos los días, comience una rutina de ejercicios en casa o inscríbase en un gimnasio. Según investigaciones, se ha demostrado que hacer ejercicio con regularidad puede mejorar el estado de ánimo, la inmunidad y la calidad de vida.
- Socialice. Organice sus tiempos para visitar a amigos y familiares con regularidad.
- Tome el sol. Cuando haya sol, salga para disfrutarlo unos minutos, ya que tiene la misma eficacia que la fototerapia.
- Siga una rutina. Varios estudios han demostrado que administrar su tiempo a través de una rutina diaria puede ayudarle a manejar los niveles de estrés y planear prácticas de cuidado personal. Programe noches enteras de descanso e intente despertarse a la misma hora todos los días.
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