¿Le cuesta monitorear su glucosa en sangre porque le teme a las punciones digitales? La fobia a las agujas es algo real. También es más común de lo que usted cree. La buena noticia es que es posible superar los miedos. Hay formas sencillas de hacer que su chequeo sea menos molesto. Para disminuir su miedo, le ofrecemos las siguientes recomendaciones:
Practique. Repetir el proceso es la clave para irse adaptando. Entre más veces se pinche el dedo, más fácil le irá pareciendo. Simule que procederá a chequear su glucosa en sangre, pero no haga la punción. Pregúntese a sí mismo qué es lo mejor y lo peor que puede suceder. Luego, repita los pasos, pero solo concéntrese en lo mejor que puede suceder. Continúe haciendo esto hasta que esté listo para proceder con la punción.
Prepárese para sentir menos dolor. Pincharse el dedo siempre será un poco molesto, pero no tiene que ser doloroso. A continuación, le ofrecemos algunos consejos para que sus punciones sean indoloras:
- Use una lanceta nueva y reduzca el ajuste de profundidad de la punción.
- Ayude a que circule la sangre. Lávese las manos con agua tibia y sacúdalas durante 15 segundos antes de hacer la punción.
- Dé un apretón a sus dedos. Antes de hacer la punción, masajee un poco el dedo en el que procederá; hágalo hacia abajo, es decir, hacia la uña, como si ordeñara una vaca. De este modo, estimulará la circulación de la sangre a fin de no tener que pincharse varias veces.
- Haga la punción en un dedo diferente cada vez. Pruebe en distintas partes del dedo para encontrar el área donde sea menos molesto para usted.
¡Convénzase de que puede hacerlo! No se limite solo a decirlo. Créaselo. Recuérdese que puede hacerlo. Si no es la primera vez, motívese con eso, recuerde que ya lo ha hecho antes. Puede hacerlo de nuevo. Con el tiempo, le irá pareciendo cada vez más fácil.
Distráigase. Si todo lo demás falla, ¡distráigase! Imagínese a sí mismo en algún lugar que le dé paz y consuelo. Cierre los ojos e imagine que está en la playa. ¿Cómo se siente la arena bajo sus pies? ¿Puede percibir el olor del agua salada? ¿El agua está tibia o fría? Cualquier recuerdo agradable le puede servir. Una vez que se haya adentrado en su visión, proceda con la punción. Incluso, puede ser que sienta menos dolor. Una vez que supere el miedo inicial a hacerse este chequeo, no necesitará recurrir a esta táctica con frecuencia.
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