A medida que avance en su recorrido de pérdida de peso, se enfrentará a obstáculos. Puede ser mentalmente desafiante cambiar sus rutinas y tomar nuevas decisiones a diario. Puede haber ocasiones en las que no alcance sus metas, pero no sea demasiado duro consigo mismo. De hecho, esto puede perjudicar su progreso. El amor propio y la compasión pueden ayudarlo a alcanzar sus metas, y se sentirá mejor al hacerlo. Aquí, tome algunos consejos sobre cómo amarse a sí mismo y prepararse para la pérdida de peso a largo plazo y cambios en el estilo de vida.
Replantee el recorrido.
¿Considera que la dieta y el ejercicio son algo por lo que tiene que esforzarse mucho? ¿Se sienten como un castigo? Intente replantear el recorrido. Piense en las decisiones que está tomando como un regalo que se está haciendo a sí mismo.
En lugar de concentrarse en los sacrificios que está haciendo, piense en lo que está ganando. Tal vez sea la capacidad de sentirse más cómodo con su cuerpo. Tal vez sea tener más energía para hacer las cosas que le encantan. Piense en que está preparándose para una vida larga y saludable.
Mire el panorama general.
Haga un balance de sus “porqués” detrás de su recorrido hacia la salud. Esta perspectiva amplia también lo ayuda a recuperarse de los tropiezos. Las investigaciones demuestran que las personas que practican la autocompasión pueden manejar los “tropiezos” en la dieta y el ejercicio de una manera más productiva que aquellas que no lo hacen.
En lugar de recriminarse por un tropiezo percibido, observe sin juzgar por qué su día transcurrió como lo hizo. Sepa que mañana puede tomar decisiones diferentes. Después de todo, la salud y la pérdida de peso son el resultado de un patrón general de decisiones que toma, no de lo que hace en un solo día.
Encuentre alegría en nuevos hábitos.
Junto con esos logros generales, hay alegría en adoptar nuevos hábitos. En lugar de hacer ejercicios que le causen temor, mueva su cuerpo de formas que le entusiasmen. Comience a bailar o a salir a caminar con amigos. Pruebe nuevos alimentos que despierten sus papilas gustativas y le generen saciedad. Experimente con una nueva receta de un tipo de cocina que le encante.
Busque el progreso más allá de la báscula.
A veces puede ser difícil ser amable con uno mismo. Especialmente si se pesa con la báscula. El peso puede fluctuar, incluso si está en tendencia descendente.
Los pasos que está tomando para perder peso tienen beneficios significativos para la salud. ¿Tiene más fuerza? Tal vez sus niveles de colesterol y azúcar en sangre estén disminuyendo. Tal vez simplemente se siente mejor. Todo esto puede ser cierto incluso si los números en la báscula no están donde le gustaría que estuvieran. Pero recuerde, el peso y el IMC son solo una parte de su historia de salud. Hay otras formas de medir su progreso que no tienen nada que ver con la báscula.
Recuerde que es su propio recorrido.
Su recorrido de pérdida de peso no tiene que parecerse al de nadie más. Es suyo. Compararse con los demás es una forma segura de sentirse desanimado. Ámese a sí mismo y al recorrido en el que usted se encuentra.