Si usted o un ser querido ha sido diagnosticado con enfermedad renal crónica (CKD), es posible que tenga muchas preguntas. A continuación, aclaramos algunas inquietudes comunes que tiene la gente cuando se trata de la CKD.
¿Qué es la CKD?
La enfermedad renal crónica (CKD) es un daño renal que empeora gradualmente con el tiempo. Como resultado de este daño, los riñones no pueden funcionar correctamente.
Los riñones sanos filtran toxinas y otros desechos de la sangre. Los riñones también ayudan a controlar los niveles de ácido del cuerpo y a producir glóbulos rojos, vitaminas y hormonas. Si padece CKD, es posible que su cuerpo no pueda realizar todas estas funciones tan bien como debería.
La CKD no ocurre de la noche a la mañana. Por lo general, tarda muchos años desarrollarse.
¿Por qué tengo CKD?
Hay muchas cosas que pueden causar CKD. Las dos causas más comunes de la enfermedad renal son la presión arterial alta y la diabetes.
Estas son algunas de las afecciones más comunes que pueden causar la CKD:
- Presión arterial alta
- Diabetes
- Glomerulonefritis: estas enfermedades causan inflamación en los riñones, lo que dificulta que filtren su sangre
- Lupus
- Condiciones que bloquean los riñones, como cálculos renales o próstata agrandada (en los hombres)
- Afecciones genéticas como la enfermedad renal poliquística, la esclerosis tuberosa o el síndrome de Alport
¿Cómo se diagnostica la enfermedad renal crónica (CKD)?
Los médicos diagnostican la CKD mediante un análisis de sangre. El médico monitorea el nivel de creatinina en la sangre. Si la creatinina aumenta con el tiempo, es posible que padezca enfermedad renal.
Su médico también revisará otro análisis de sangre llamado tasa de filtración glomerular (TFG). La TFG es una medida de qué tan bien están funcionando sus riñones. Los valores de TFG le indicarán al médico en qué etapa de la enfermedad renal se encuentra.
¿Cómo se siente la CKD?
La mayoría de las personas con CKD no presentan síntomas. Esta es una de las razones por las que la enfermedad renal puede ser peligrosa. Las personas con CKD pueden sentirse bien y pensar que no necesitan ver al médico ni tomar sus medicinas. Es importante que haga un seguimiento regular con su médico, incluso si siente que está saludable.
Si la enfermedad renal progresa, algunas personas sí desarrollan síntomas. Algunos síntomas que pueden surgir en etapas posteriores de la CKD son los siguientes:
- Fatiga
- Náuseas
- Hinchazón, especialmente alrededor de los pies y tobillos
- Dificultad para respirar
- Cambios en el sentido del gusto
- Piel que pica
¿Tendré que comenzar la diálisis?
No todas las personas con CKD necesitan diálisis. Si la función renal disminuye hasta el punto en que se necesita un trasplante, la diálisis puede ser una opción para usted. Su equipo de atención médica renal puede ayudarle a comprender las ventajas y desventajas tanto del trasplante de riñón como de la diálisis.
Para muchas personas, la enfermedad renal nunca progresa lo suficiente como para requerir diálisis o un trasplante. Seguir una dieta equilibrada, tomar medicamentos y hacer actividad puede retrasar la progresión de la enfermedad renal.
Las citas regulares con el nefrólogo y las pruebas de laboratorio pueden ayudar a su equipo de atención médica a predecir cuándo necesitará considerar la diálisis o un trasplante de riñón. Estas visitas aseguran que tengan la información necesaria para tomar las mejores decisiones para su salud.
¿Qué es la diálisis? ¿Voy a necesitarla?
Cuando la función renal disminuye en más de un 85 a 90%, los riñones podrían no ser capaces de realizar las funciones que normalmente desempeñan. Cuando esto ocurre, es posible que se necesite una de dos opciones de tratamiento: un trasplante de riñón o diálisis. La diálisis es un tratamiento que realiza algunas de las funciones que normalmente llevan a cabo los riñones sanos, como eliminar los desechos de su cuerpo. La diálisis se puede realizar en casa, en el hospital o en una unidad de diálisis que no forme parte de un hospital. Su equipo de atención renal puede ayudarle a entender las ventajas y desventajas de un trasplante de riñón y la diálisis, y ayudarle a elegir el mejor tratamiento para usted.
Para muchas personas, la enfermedad renal nunca progresa lo suficiente como para requerir diálisis o un trasplante. Seguir una dieta equilibrada, tomar medicamentos según sea necesario, controlar la presión arterial y el azúcar en la sangre, y mantener un estilo de vida saludable pueden ralentizar la progresión de la enfermedad renal.
Las citas regulares con el nefrólogo y las pruebas de laboratorio pueden ayudar a su equipo de atención médica a predecir cuándo necesitará considerar la diálisis o un trasplante de riñón. Estas visitas aseguran que tengan la información necesaria que le ayudará a tomar las mejores decisiones para su salud.
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