Saber qué esperar
A veces, lo mejor que podemos hacer para enfrentar los desafíos es ser realistas sobre lo que viene. La situación con el COVID-19 cambia constantemente. Pero es probable que usted pueda anticipar ciertas cosas:
- Sus rutinas normales se verán alteradas. Es posible que se le pida comportarse de una manera diferente o que le incomode. Esto puede causar estrés.
- Es posible que tenga que alejarse de grandes grupos de personas. Esto puede ser un desafío ya que las personas brindan apoyo.
- Tal vez tenga que dejar de hacer actividades que le proporcionaban alegría.
- Para algunos, otros factores estresantes prácticos entran en juego. La pérdida de ingresos puede convertirse en una realidad.
Evalúe sus sentimientos
Comprender sus reacciones ante el COVID-19 ayudará a que encuentre la mejor manera de afrontar sus sentimientos. Puede experimentar algunos o todos los siguientes en respuesta a la información sobre el COVID-19:
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Miedo y preocupación
- Es posible que sienta miedo y preocupación porque usted o un ser querido contraiga COVID-19.
- Puede sentir ansiedad por querer satisfacer necesidades básicas como la comida y el agua. Es natural sentir preocupación por mantener a su familia.
- Esta situación es confusa y preocupante. El truco estará en separar sus preocupaciones realistas que le mantengan a salvo de las que causan angustia.
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Tristeza y soledad
- Mantenerse lejos de las actividades cotidianas y de las personas que le aportan alegría puede hacer que se sienta triste.
- Además, que le pidan que se quede en su casa puede provocar sentimientos de soledad, aburrimiento o aislamiento. La noticia en sí también puede ser difícil.
- La tristeza es parte de la vida. Aún con lo dolorosa que es, nos permite saber que somos humanos. Nos ayuda a recordar que nuestra vida y nuestra salud son preciosas.
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Enojo, frustración e irritabilidad
- Que le digan que se comporte de manera diferente o que viva con restricciones puede parecer una pérdida de libertad. Puede causar frustración.
- Además, es posible que experimente enojo hacia aquellos que parecen responsables.
- Es posible que sienta fuertes emociones hacia aquellos cuyo comportamiento considera descuidado o peligroso.
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Exclusión
- Quienes luchan contra otras enfermedades o han estado expuestos al COVID-19 pueden tener la sensación de que reciben un trato diferente de los demás.
Examine sus pensamientos
Los sentimientos y los pensamientos están conectados. Si observa bien, los sentimientos fuertes están casi siempre conectados con uno o más pensamientos específicos. Si puede identificar el pensamiento, puede argumentar en su contra como un fiscal, y ajustar sus sentimientos en el proceso.
1. Identifique sus pensamientos
- Si siente agobio, primero intente reconocer qué pensamientos está teniendo. Un ejemplo de pensamiento podría ser: "He tenido algunos síntomas que parecen similares a los del COVID-19". O "Me voy a morir por esto". O "El mundo nunca va a ser el mismo".
- Es importante tener el pensamiento correcto para que refleje lo que realmente está pensando.
2. Observe más de cerca su pensamiento
- Ahora tome ese pensamiento y analícelo con curiosidad científica.
- ¿Este pensamiento es verdad? Si tuviera que defender su caso, ¿lo respaldaría al 100%?
- ¿Qué evidencia tiene que le dice que es preciso? ¿Hay más datos que pueda recopilar para asegurarse de que esto sea definitivamente verdadero?
3. Busque otro pensamiento
- Busque un pensamiento más sutil y equilibrado. Dígalo en voz alta si puede. Puede parecer una tontería, pero la forma en que decimos las cosas influye mucho en cómo las afrontamos.
- Por ejemplo, en lugar de "el mundo nunca va a ser el mismo" pruebe con "algunas cosas del mundo pueden cambiar, pero el mundo siempre está cambiando y yo ya me he adaptado antes".
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