Tanto si viaja por negocios como por placer, es divertido cambiar de aires y de rutina. Pero no necesariamente tiene que tomarse unas vacaciones de su estilo de vida saludable. Al igual que cuando está en casa, prepararse puede permitirle disfrutar y alcanzar sus metas.
Antes de irse:
- Busque restaurantes en Internet que ofrezcan el mismo tipo de alimentos saludables que disfruta en casa.
- Planifique con antelación si desea disfrutar de una comida más indulgente. De este modo, sabrá que pronto se dará un gusto y podrá centrarse en opciones más saludables durante el resto del viaje.
- Si otra persona elige los restaurantes, busque los menús en Internet y planifique qué va a pedir con antelación.
- Lleva refrigerios saludables para no tener que conformarse con lo que esté disponible en el aeropuerto, en el hotel o en la carretera. Pruebe llevar alimentos sabrosos que se puedan transportar fácilmente, como:
- Nueces
- Porciones individuales de mantequilla de nueces
- Paquetes de avena sin azúcar
- Edamame tostado
- Garbanzos asados
- Frutas frescas como plátanos, manzanas y clementinas
- Bolsitas de verduras como palitos de zanahoria y pepino
- Porción de hummus*
- Huevos duros*
- Vasitos individuales de yogur natural*
*Use una hielera
En tránsito:
- No se salte las comidas; eso lleva a comer en exceso más adelante.
- Si está en el aeropuerto y tiene tiempo, camine por la terminal. Podrá encontrar las mejores opciones y sumar más pasos.
- Mientras está de viaje o en el aeropuerto, busque opciones más saludables como ensaladas, fruta fresca, carne seca, huevos duros, guacamole, hummus o queso en tiras.
- Los vuelos largos pueden hacer que su cuerpo pierda agua. Hidrátese con bebidas sin calorías como agua, té o agua gasificada.
En su destino:
- Al llegar, averigüe dónde está el supermercado más cercano.
- Salga a caminar para comprar algunos refrigerios y bebidas saludables como ensaladas de verduras ricas en proteínas, frutas frescas, aceitunas y frutos secos sin sal.
- ¿Desayuno gratis en el hotel? Elija alimentos más saludables y que sacien el hambre como fruta, yogur natural, huevos y salchichas de pavo. Omita los carbohidratos procesados como panificados dulces, panqueques, cereales y waffles.
- Si está en un hotel, pregunte en la recepción por las opciones de comida saludable de la zona. Y recuerde, puede tomar decisiones más saludables en cualquier restaurante.
- Tenga presente el plato equilibrado cuando vaya a restaurantes: 50% de verduras sin almidón, 25% de proteínas, 25% de carbohidratos.
- Pida las salsas y aderezos aparte.
- En lugar de entradas pesadas como palitos de mozzarella o papas fritas, pida como aperitivo una ensalada de guarnición o una sopa a base de caldo. Rechace los aperitivos “gratuitos” como el pan o las papas fritas.
- Limite el consumo de alcohol. Si bebe, tome un vaso de agua entre cada bebida. Los hombres deberían limitarse a no más de dos bebidas y las mujeres, a una. El vino, los licores sin azúcar o la cerveza ligera son sus mejores opciones: evite las bebidas azucaradas. Y ahorre calorías eligiendo alcohol o postre, no ambos.
- Utilice la regla 80/20: el 80% del tiempo, tome decisiones ideales y saludables. El otro 20% del tiempo, disfrute de las tentaciones más le gustan con moderación y permítase saborear la experiencia.
- Realice actividad física. Explorar a pie, alquilar una bicicleta para pasear e incluso apuntarse a una clase de ejercicio pueden ser divertidas aventuras de viaje.
- Planifique formas no relacionadas con la comida para disfrutar de su viaje. Programe un masaje, lea, haga rompecabezas, tome una siesta, únase a un recorrido guiado. Cualquier actividad que considere reparadora y energizante es buena para la salud.
Puede disfrutar de las vistas y los sabores de un nuevo lugar y mantenerse saludable. Alcanzar sus metas al viajar puede ser revitalizante y ayuda a mantener el compromiso con el bienestar.
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