¿Cómo termina su día? ¿Las preocupaciones y los problemas laborales lo acompañan a su hogar y lo distraen de su familia o de su tranquilidad? ¿Le gustaría encontrar una manera de dejar de lado las secuelas de su trabajo para poder apreciar y disfrutar mejor su vida más allá de las 9 a 5?
"Es fácil quedar atrapado en el impulso de un trabajo ajetreado, pero los costos de este secuestro emocional son altos", dice el Dr. Jeffrey Brantley, fundador y director del Programa de Reducción del Estrés basado en la Conciencia Plena o Mindfulness en el Centro de Medicina Integrativa de la Universidad de Duke y autor de Five Good Minutes in the Evening. "La preocupación y la prisa pueden dominar su vida interior. Puede sentirse desconectado de sus seres queridos. Una buena noche de sueño puede ser un recuerdo lejano. Afortunadamente, al aprender a estar presente y consciente, puede transformar su falta de atención y su estrés en soluciones".
Cómo empezar
Estos son algunos de los consejos rápidos del Dr. Brantley para facilitar la transición a su hogar. Empiece por hacer lo siguiente:
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Respire profundamente durante un minuto. Preste atención a su respiración entrando y saliendo. No intente controlar su respiración ni sus pensamientos.
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Establezca una intención. Concéntrese en una meta que sea importante para usted. Por ejemplo, su intención podría ser más consciente de lo que está haciendo en el momento.
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Actúe de todo corazón. Por simple que parezca, es posible que necesite práctica para ser sincero, incluso durante cinco minutos.
Tómese cinco
Cuando esté listo, pruebe los siguientes ejercicios. “Mientras los hace, trate de no apegarse a lograr un resultado específico”, aconseja el Dr. Brantley.
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Relájese. Reorganice su día en el trabajo para que las tareas simples y placenteras lleguen al final del día.
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Escríbalo. Tómese cinco minutos para anotar los pensamientos o sentimientos que le molestan. “Está escribiendo solo para usted, así que aproveche esta oportunidad para ser sincero y sin censura”, dice el Dr. Brantley. Deje ir los pensamientos que le deprimen.
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Sienta gratitud y duerma mejor. Su mente puede concentrarse en temas negativos o preocupantes justo cuando es hora de irse a la cama. Una simple práctica de gratitud puede cambiar su experiencia de la preocupación a la tranquilidad. Empiece por respirar profundamente. Luego, recuerde y reflexione sobre algo bueno que sucedió o surgió ese día.
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Tómese unas vacaciones mentales. Cuando se sienta estresado en la cama, tómese cinco minutos para visualizar unas vacaciones perfectas. Imagínese una escapada tranquila, como pasar tiempo en una playa o en un bosque. Conserve estas imágenes relajantes mientras se queda dormido.
“Al final, practicar estos ejercicios por la noche puede ayudarlo a conectarse con su vida y sus seres queridos de manera honesta, completa y directa”, dice el Dr. Brantley.
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