Piense en su comida no saludable favorita. ¿Galletas? ¿Caramelos? ¿Papas fritas? Todos tenemos nuestras tentaciones, ¡y está bien!
La clave es disfrutar de esos gustos con moderación. Piense en los dulces y las frituras como los “extras” en una película, mientras que los vegetales son la estrella del espectáculo.
1. Navegue la ola de antojos
Cuando sienta antojos, pregúntese: "¿De verdad tengo hambre? ¿O simplemente estoy aburrido/estresado/sentimental?". Tómese 20 minutos antes de decidir si va a comer ese antojo.
2. Sustitúyalo por un refrigerio con verduras y proteínas
Sacie su hambre. Disfrute de una mezcla de nueces con judías, palitos de zanahoria crujientes con humus cremoso o apio crujiente con un poco de mantequilla de maní natural.
3. Disfrute de los gustos de forma consciente
Si decide darse un gusto, préstele toda su atención. Apague el televisor, suelte el teléfono y concéntrese en la comida. Observe los colores y huela los aromas antes de comerlo. Mientras come, tome solo un bocado a la vez. Observe las texturas y los sabores que siente en el paladar, así como la sensación al tragar. Este proceso lento de alimentación consciente hará que disfrute y sienta más saciedad con ese pequeño gusto.
Probar estos sencillos trucos puede ayudarle a mantener sus metas de salud en el camino correcto, ¡y sacar más provecho de los alimentos que le gustan!
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