Incluso si no usa el salero, se está infiltrando en su dieta: así es como.
Las estadísticas son alarmantes: El adulto promedio ingiere 3,600 mg de sodio al día o alrededor de 1½ cucharaditas de sal. Eso es más del doble de la cantidad que los expertos dicen que la mayoría de nosotros debería consumir a diario.
La American Heart Association recomienda 2300 mg al día para la mayoría de los adultos. Esto equivale a 1 cucharadita de sal de mesa. Puede ser difícil visualizar cómo se ve eso realmente en el contexto de su dieta.
Ahora, probablemente esté pensando, solo uso una pizca de sal aquí o una pizca de sal allá; no hay forma de que agregue tanta sal a mi comida cada día. Pero aquí es donde se pone complicado: más del 75% de la sal en nuestra dieta proviene de alimentos procesados, envasados y de restaurantes. En otras palabras, la mayor parte de la sal que comemos no proviene del salero.
La conclusión: Espolvorear menos sal en la comida es un buen comienzo. Pero otros cambios tendrán un impacto aún mayor.
Cómo eliminar la sal añadida de su dieta
Para reducir de manera importante la cantidad de sal agregada que está ingiriendo:
- Consuma una dieta saludable para el corazón que se base en cereales integrales y alimentos naturales como frutas y verduras frescas, y que incluya productos lácteos, aves, pescado y nueces.
- Lea las etiquetas de los alimentos y busque opciones con bajo contenido de sodio o sin sal agregada en los alimentos enlatados y envasados.
- Cocine en casa en lugar de pedir comida para llevar o ir a un restaurante.
- Reduzca la sal con la que cocina y agregue sabor a los alimentos utilizando ingredientes bajos en sodio o sin sodio, como hierbas, especias, zumo de limón y vinagre.
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