El café, el té, los refrescos y las bebidas energéticas tienen una cosa en común: la cafeína. El compuesto, que se encuentra naturalmente en algunos alimentos y se agrega en otros, es apreciado por su capacidad para hacerle sentir alerta y aumentar los niveles de energía (¡como bien sabe cualquiera que necesite su café matutino!).
Sin embargo, es posible que esté afectando la salud del corazón cuando pida su bebida matutina. En algunas personas, la cafeína puede aumentar la presión arterial.
Si no consume cafeína con frecuencia, es más probable que le cause un aumento breve de la presión arterial. Los expertos no están seguros de por qué ocurre esto. Algunos piensan que provoca que las glándulas suprarrenales liberen más adrenalina. Otros piensan que la cafeína bloquea una hormona que mantiene las arterias dilatadas.
Las personas que consumen cafeína con frecuencia pueden desarrollar tolerancia a la cafeína. En muchos casos, la cafeína ya no afecta la presión arterial y no incrementa el riesgo de hipertensión a largo plazo. Se considera seguro que estas personas consuman cafeína con moderación.
Otras personas, sin embargo, pueden ser más sensibles a los efectos de la cafeína, incluso con un consumo regular. Puede aprender cómo le afecta mediante prueba y error.
Para comprobar el impacto de la cafeína en la presión arterial, mídase la presión arterial como lo haría normalmente. Luego, tome la bebida con cafeína que le guste y vuelva a medir los valores entre 30 y 120 minutos después. Si la presión arterial aumentó entre 5 y 10 puntos, es posible que sea sensible a los efectos de la cafeína.
Si la cafeína parece afectar sus valores de presión arterial, consulte con su médico sobre si debe eliminar la cafeína o simplemente reducir su consumo. Eliminar cafeína por completo puede causar dolores de cabeza; es mejor reducirla de forma gradual para evitar los síntomas de abstinencia.