El asma es una afección crónica común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Probablemente conozca a alguien que tenga asma, o tal vez usted mismo la tenga. El asma puede variar en gravedad y es diferente de una persona a otra. Tener asma puede hacer que tenga el riesgo de sufrir complicaciones de salud, especialmente si tiene otros problemas de salud. Esto es lo que sabemos sobre el asma:
¿Qué es el asma?
El asma se produce cuando las vías respiratorias de los pulmones se estrechan e inflaman. Esto dificulta el paso del aire. El asma puede tener muchas causas. Puede ser hereditaria. Puede presentar asma tras una enfermedad grave o la exposición a sustancias químicas nocivas. Para algunas personas, los síntomas del asma pueden comenzar tras la exposición a alérgenos comunes como el moho y la caspa. A algunas personas se les diagnostica asma en su infancia. Otras presentan asma en la edad adulta más adelante. Es importante tener en cuenta que el asma puede aparecer a cualquier edad.
Hay personas con asma que no saben que la padecen. Esto se debe a que, para algunas personas, los síntomas pueden ser tan leves que apenas los notan. Por ejemplo, no todas las personas con asma presentan tos y sibilancias. Las sibilancias se producen cuando sus vías respiratorias están parcialmente bloqueadas y su respiración produce un sonido silbante. Es posible que presente al menos uno de los siguientes síntomas si padece asma:
- Opresión en el pecho
- Dolor de pecho
- Sibilancias
- Tos
- Dificultad para respirar
Cuando tiene asma, es posible que no sienta los síntomas todo el tiempo. De hecho, la mayoría de las personas con asma sufren exacerbaciones entre períodos de respiración normal. Los brotes de asma pueden ocurrir debido a factores desencadenantes. Los desencadenantes son cosas en su estilo de vida o entorno que empeoran sus síntomas. En casos graves, las personas pueden tener ataques de asma. Los ataques de asma se producen cuando los síntomas se agravan tanto que interrumpen su nivel normal de actividad. Tómese en serio los ataques de asma y trátelos inmediatamente con un inhalador de rescate.
En casos raros, es posible que necesite atención médica adicional. Si bien no son muy comunes, los ataques de asma pueden ser fatales. Si su inhalador de rescate no le brinda alivio, vaya a una sala de emergencias. Después de recibir atención y recuperarse, hable con su médico sobre cómo ajustar su rutina para el asma.
A continuación se muestran algunos desencadenantes comunes de brotes y ataques:
- Alergias
- Olores fuertes
- Aire seco frío
- Humo
- Productos químicos
- Alta humedad
- Polen
- Ejercicio
- Reflujo ácido
- Infecciones sinusales
¿Por qué es importante controlar el asma?
El asma no controlada puede afectar su calidad de vida. Si el ejercicio es uno de sus factores desencadenantes, los síntomas pueden evitar que haga actividades físicas y se mantenga en forma. Los síntomas del asma pueden incluso elevar la presión arterial. Si tiene hipertensión y asma no controlada, este puede ser un problema. Las personas con asma pueden tener síntomas más graves cuando tienen enfermedades virales como la gripe o el COVID-19. El asma no controlada puede dañar sus pulmones con el tiempo. Esto puede aumentar su riesgo de desarrollar una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Por suerte, existen muchos tratamientos que pueden ayudar a que mantenga el asma bajo control. A continuación, presentamos algunos:
Inhalador de rescate: para tratar los síntomas a medida que se producen. Un medicamento de rescate inhalado común es el albuterol. El albuterol relaja las vías respiratorias y permite que respire más libremente.
Inhalador de mantenimiento: a menudo se usa una o dos veces al día para ayudar a prevenir los síntomas antes de que se produzcan. Es común que los inhaladores de mantenimiento incluyan esteroides inhalados. Estos funcionan reduciendo la inflamación en las vías respiratorias.
Medicamentos por vía oral: a menudo se toman a diario, hay muchos medicamentos por vía oral que actúan de diferentes maneras. Hable con un médico sobre cuáles podrían funcionar mejor para usted.
Medicamentos para la alergia: si las alergias son su principal desencadenante del asma, es posible que le receten medicamentos para la alergia.
Nebulizador: para casos de asma más graves, es posible que necesite un nebulizador. Los nebulizadores crean una niebla que usted inhala para recibir medicamentos, como el albuterol. La dosis y el momento pueden variar de una persona a otra. Algunas personas usan uno diariamente, durante todo el día. Otras lo usan según sea necesario. Su médico le ayudará a determinar qué funciona mejor para usted.
Inyecciones: las inyecciones pueden ayudar a las personas con asma grave o deficientemente controlada. Hay muchas inyecciones que funcionan de manera diferente para ayudar a controlar los síntomas del asma. Hable con su médico sobre cuál podría ser la adecuada para usted.
Es normal que los médicos recomienden múltiples tratamientos. El plan de tratamiento de cada persona es único para cada una. Estos tratamientos actúan conjuntamente para mantener sus pulmones sanos.
También puede ajustar su estilo de vida para ayudar a controlar su asma.
Evite los desencadenantes: ajuste su dieta para evitar los alimentos que causan reflujo ácido. Considere la posibilidad de tomar medicamentos para las alergias durante la temporada de alergias. Los desencadenantes son diferentes para cada persona. Conozca los suyos y anticípese a controlarlos. Evítelos cuando sea posible.
Deje de fumar: fumar puede causar inflamación y daño a las vías respiratorias. Si tiene asma, esto puede aumentar la inflamación y el daño existente. Esto puede empeorar los síntomas.
Mantenga un peso saludable: los estudios demuestran que cuando alcanza un peso saludable, sus síntomas de asma pueden mejorar en un 48-100%.
Siga el horario de sus medicamentos: si tiene una rutina de mantenimiento para el asma, manténgala. Ponga alarmas para tomar sus medicamentos y usar los inhaladores de mantenimiento. Lleve consigo su inhalador de rescate.
Haga mucho ejercicio: el ejercicio regular puede aumentar su capacidad pulmonar. También aumenta el flujo sanguíneo a los pulmones. Si el ejercicio es uno de sus desencadenantes, hable con su médico sobre las formas de controlarlo. Es posible que le sugiera que use su inhalador de rescate 15 minutos antes de hacer ejercicio. También puede recomendar entrenamientos de baja intensidad.
Vigile la calidad del aire en su zona: si hay una alerta de calidad del aire, limite su tiempo al aire libre. Considere la posibilidad de adquirir un purificador de aire o instalar filtros de aire potentes dentro de su casa.
Vacúnese: el asma hace se exponga a un mayor riesgo de complicaciones derivadas de enfermedades virales como la gripe y el COVID-19. También podría correr un mayor riesgo de sufrir complicaciones por una neumonía. Las vacunas ayudarán a que refuerce sus defensas y a reducir el riesgo de enfermar gravemente. Los adultos con asma deben vacunarse contra la neumonía una vez. Vacúnese contra virus estacionales como la gripe y el COVID-19 todos los años.