La manera en que empezamos la mañana puede dar forma a todo el día. Las primeras horas del día pueden establecer las pautas de nuestro estado mental, emocional y físico. Adoptar una rutina saludable es la mejor manera de encaminar el inicio de nuestro día.
Compartimos algunas sugerencias saludables que podrían ser útiles para comenzar la mañana.
Configure una alarma suave y agradable o no use ninguna. Las alarmas con sonidos abruptos pueden añadir estrés al comienzo de su día. Podría elegir un sonido de alarma más melódico, como sonidos de la naturaleza o una canción instrumental. O bien, si de todos modos tiende a despertarse a la misma hora cada día de forma natural, intente hacerlo sin una alarma. Duerma con las persianas o cortinas entreabiertas, así podrá despertarse con la luz del sol.
Evite el contacto inmediato con dispositivos electrónicos. Revisar el correo electrónico, los mensajes de texto, las redes sociales o las noticias apenas se despierta puede ser tentador. Pero retrasar el acceso a ellos puede prevenir el estrés por la mañana. Intente hacer otra cosa a primera hora cuando se despierta: dé un paseo, prepare el desayuno o pasee al perro (si tiene uno).
Medite o escriba un diario. Comience la mañana centrándose en usted. La meditación puede ayudar a calmar la mente y establecer intenciones positivas claras para el día. Escribir en un diario de 10 a 15 minutos también puede ayudar a establecer algunas intenciones diarias. Podría permitirle reflexionar sobre el pasado y generar más autoconciencia. Meditar y escribir en un diario pueden reducir el estrés y aumentar la autocompasión.
Beba agua antes de tomar café. Su cuerpo necesita mucho líquido después de dormir. La hidratación adecuada ayuda con la digestión, la salud muscular y otras cuestiones. Empezar el día con un gran vaso de agua le ayudará a hidratarse rápidamente. ¡También puede mejorar su concentración y estado de ánimo durante el día!
Coma un desayuno saludable. La primera comida del día ayuda a desarrollar fuerza, concentración y energía durante todo el día. Evite apresurar esta comida. Debería ingerir una comida equilibrada con proteína magra, granos integrales, mucha fibra y un poco de grasa saludable. Si tiene poco tiempo, intente preparar un batido con muchas frutas y verduras, o un poco de yogur sin azúcar con fruta y granola.
Mueva el cuerpo. Mejore su nivel de energía y estado de ánimo con un poco de actividad física cuando comienza el día. Puede hacer estiramientos, dar un paseo o realizar un entrenamiento completo. Elija el mejor tipo de actividad para sus horarios y su cuerpo. También puede cambiarla a diario para que sea más entretenida e interesante.
Haga una lista de tareas pendientes. Gran parte de lo que nos causa estrés es pensar en lo que debemos completar cada día. Intente tomarse unos minutos para escribir entre tres y cinco tareas que quiere priorizar. Elaborar una lista le permite concentrarse claramente en sus metas. Cuando complete una tarea de la lista, permítase sentir una sensación de logro tachándola con orgullo.
Conéctese con amigos y familiares. Intente empezar el día hablando por la mañana con un amigo o ser querido, por teléfono, videollamada o en persona. Conectarse con otras personas puede aumentar su autoestima.
La calidad del sueño es importante.
Junto con la rutina matutina, también debería mejorar sus hábitos a la hora de dormir. Con una cantidad saludable de horas de sueño, logrará descansar el cuerpo y la mente. Es más fácil mantener una rutina si se despierta con la energía recargada.
Pruebe estas cosas entre 30 y 60 minutos antes de la hora de dormir:
- Prepárese para el día siguiente. Prepare la ropa, sus comidas o escriba una lista de tareas pendientes.
- Limite el uso del teléfono, la televisión, la computadora y otros dispositivos electrónicos. Esto le da tiempo al cerebro para relajarse sin mirar una pantalla.
- Relájese haciendo meditación o estiramientos, escribiendo en su diario o escuchando música relajante.
- Ajuste la temperatura ambiente según sus preferencias personales.
- Evite comer o beber.
Pruebe algunas de estas sugerencias de rutinas matutinas. ¡Siéntase libre de pensar en la suya! Una vez que tenga su rutina, respétela todos los días. Puede que se sorprenda de lo rápido que comenzará a convertirse en un hábito.