Si tiene diabetes, es importante estar al tanto de la salud de sus pies. Las personas con diabetes corren el riesgo de sufrir daños en los nervios y un flujo sanguíneo deficiente; ambos pueden provocar graves problemas en los pies.
Incluir el cuidado diario de los pies en su plan de bienestar puede ayudar a mantener sus pies saludables. Compartimos 10 consejos para cuidar bien de sus pies:
Use zapatos y pantuflas. Evitar caminar sin calzado puede ayudar a prevenir lesiones. Antes de ponerse los zapatos, revise su interior. Asegúrese de que no haya nada pequeño como una piedrita que pueda lastimar.
Revíselos todos los días. Mire sus pies todos los días para detectar lesiones como cortes, enrojecimiento, hinchazón, llagas, ampollas, callos y callosidades.
Lávelos todos los días. Enjuáguese los pies todos los días con agua tibia. Séquelos y aplique loción en la parte superior e inferior. Evite aplicar loción entre los dedos de los pies; eso podría provocar una infección.
Preste atención a la hora de comprar calzado. Si busca un nuevo par de zapatos, pruébeselos al final del día. Es entonces cuando los pies suelen estar más grandes. Una vez que haya comprado zapatos nuevos, comience a usarlos de a poco. Trate de usarlos durante una o dos horas al día. Cuando se sientan cómodos, úselos por más tiempo.
Use calcetines. Si usa calcetines con sus zapatos, habrá menos riesgo de irritación. Asegúrese de ponerse un par de calcetines cómodos antes de ponerse los zapatos.
Mantenga las uñas de los pies recortadas. Si le cuesta hacerlo, pídale al podólogo que las recorte por usted. Si puede hacerlo por su cuenta, córtese las uñas de los pies en línea recta. Use una lima de uñas para suavizar los bordes afilados.
No trate los problemas de los pies por su cuenta. Cortar los callos y las callosidades o usar productos de eliminación de venta libre puede dañar la piel. Si tiene algún problema en los pies, consulte a su podólogo para obtener instrucciones sobre cómo tratarlos.
Haga que circule la sangre. Eleve los pies mientras se sienta. Mueva los dedos de los pies durante unos minutos durante el día. Asegúrese de que los calcetines no estén demasiado ajustados.
Realice actividad física. El movimiento también puede ayudar a estimular el flujo sanguíneo a sus pies. Hable con el médico sobre qué actividades son buenas para los pies. Caminar, andar en bicicleta y nadar son buenas opciones.
Vaya al podólogo. Aunque no tenga problemas en los pies, es importante visitar al podólogo una vez al año para que se los revisen y descarten daño en los nervios. Asegúrese también de recordarle al médico de cabecera que quiere una revisión de pies en cada cita de atención médica.
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