¡Fuego a la lata!
Incluso las variedades enlatadas son ricas en antioxidantes, fibra y potasio. Además, están disponibles todo el año y no requieren ningún trabajo de preparación. ¿Sabía que hay toda una sección del supermercado dedicada a alimentos sanos y económicos que no se estropean?
¡Lo adivinó! Los productos enlatados pueden ser tan nutritivos como los alimentos frescos y congelados, y en algunos casos incluso mejores. El proceso de enlatado calienta los alimentos a altas temperaturas, lo que hace que ciertos nutrientes estén más disponibles para el cuerpo. Cuando compre verduras enlatadas, busque opciones con etiquetas que digan “bajo contenido de sodio” o “sin sal añadida” para reducir el consumo de sal.
Corazones de alcachofa
Incluso las variedades enlatadas son ricas en antioxidantes, fibra y potasio. Además, están disponibles todo el año y no requieren ningún trabajo de preparación.
Además: los corazones de alcachofa enlatados vienen precocidos, por lo que resultan deliciosos en ensaladas, platos de pasta o sobre pescado y pollo.
Salmón
Es una gran fuente de ácidos grasos omega-3 saludables para el corazón y de proteína que equilibra el azúcar en sangre, sin carbohidratos.
Además: la mayor parte del salmón enlatado es de pesca salvaje, que cuesta mucho dinero en la pescadería y tiene muchos menos contaminantes que el salmón de piscifactoría.
Salsa de tomate
La salsa enlatada suele ser mucho más barata que la que viene en frascos y tiende a tener ingredientes más simples, con poca o ninguna azúcar añadida. (Siempre revise la etiqueta nutricional para ver si hay azúcar agregada y la cantidad de carbohidratos totales).
Además: los productos de tomate procesados son la principal fuente alimenticia del antioxidante licopeno, vinculado con tasas más bajas de cáncer de próstata y otros tipos de cáncer.
Frijoles
Estos pequeños supresores del hambre son una fuente excelente de fibra de almidón resistente y prebiótica que ayuda a prevenir el cáncer de colon, entre otros beneficios para la salud.
Además: enjuagar los frijoles durante 10 segundos y escurrirlos durante 2 minutos puede reducir el contenido de sodio hasta en un 41%.
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