Sentir gratitud por las cosas cuando la vida va bien puede darse de forma natural. Pero cuando las cosas se ponen difíciles, la gratitud puede ser lo último en lo que pensamos. Practicar la gratitud en los momentos más difíciles puede tener un efecto positivo en su estado de ánimo. Analicemos la ciencia de la gratitud y exploremos formas de desarrollar una práctica diaria.
Cómo la gratitud afecta al cuerpo
Cuando siente gratitud, el cerebro libera dopamina y serotonina. Estos neurotransmisores son sustancias químicas que nos hacen "sentir bien" porque mejoran el estado de ánimo. Cuando el estado de ánimo mejora, podemos sentir más motivación para hacer cosas que disfrutamos. Así es como la gratitud puede crear un bucle de retroalimentación positiva para el estado de ánimo y la conducta.
Los estudios demuestran que las personas que practican la gratitud a diario presentan menos síntomas de depresión y ansiedad. Si está atravesando un momento complicado, pruebe algunas de las siguientes prácticas de gratitud. Si tiene una cuenta de myStrength, busque la actividad "La gratitud reduce el estrés".
Comenzar una práctica diaria de gratitud
Es importante practicar la gratitud a diario. Piense en una hora del día en la que puede tomarse unos minutos. Pruebe una de estas prácticas a diario hasta que se convierta en un hábito.
Lista de gratitud: tómese un momento para enumerar todo aquello por lo que siente gratitud. No hay nada que se considere demasiado pequeño como para sentir gratitud. Puede dar las gracias porque salió el sol esta mañana, por ejemplo. Puede escribir su lista para leerla más tarde.
Escribir en un diario: elija algo por lo que sienta gratitud. Escriba sobre eso. Use un cronómetro y escriba hasta que se acabe el tiempo. También puede releer esta entrada del diario más tarde.
Agradecer a alguien: piense en algo que alguien haya hecho por usted recientemente. Puede escribir sobre ello o comunicarse con esa persona para agradecerle.
Gestionar las emociones complejas puede ser un desafío. Aunque rara vez hay una solución directa o de un solo paso, adoptar la práctica diaria de agradecer puede ayudar.